miércoles, 6 de marzo de 2013

El Paso, lo último en viajes de aventuras. Parte 2.

En El paso el escenario se transforma rápidamente, pasando de las ventosas y solitarias cumbres a los valles más frondosos y escarpados.

 Y la aventura espera a cada paso. El tiempo puede cambiar drásticamente de un día para otro. Los abismos se abren bajo tu pies descendiendo hacia sinuosos valles en los que nadie ha estado nunca.

Pero sin lugar a dudas, lo que más se disfruta es encontrar un lugar escondido, una pequeña grieta en un acantilado que lleva a algún lugar oculto. Un lugar que no ha sido pisado por el hombre en muchas décadas.

Recomiendo este lugar fervientemente a todo gran amante de la expedición, una vez aquí se te olvidan los malestares del largo viaje y dejan de importarte las comodidades y lujos ya que el mayor placer es disfrutar de un lugar tan fantástico (en el sentido más estricto), único y misterioso.


Siempre es un consuelo saber que el viaje de vuelta puede realizarse a través de las montañas, aunque no es un paseo a prueba de aventureros con miedo a las alturas. Mi recomendación en este caso es clara:


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